Por: Matías Benitez
El Club Los Patitos está llevando adelante la construcción de su cancha, ubicada en la calle Cuzco 3052 entre Balaguer y Acoyte, en William Morris. El actual presidente, Armando Pascuale, es un apasionado por el fútbol y desde el año 1995 está ligado al fútbol infantil.
Los Patitos es un club que comenzó en el año 2000, esto fue debido a que en 1999 la comisión de la Sociedad de Fomento 21 de Agosto no les permitió que siguieran representándolos.
El fútbol de Los Patitos ya se había formado algunos años antes pero con fútbol de adultos y el color de su camiseta era el amarillo y verde, pero en esa etapa que comenzaba, decidieron reemplazar el verde por el negro, ya que les parecía que muchos clubes usaban ese color.
Su presidente, Armando Pascuale, hombre ligado al fútbol infantil hace más de 25 años, cuenta en esta nota algunas vivencias de este, uno de los clubes más populares de Morris.
-Cada vez falta menos para que se termine el año, si bien volvieron a jugar algunos partidos. ¿Qué es lo que más extrañas de aquellas jornadas completas de día sábado?
-De esas jornadas completas se extraña todo: des-de estar con los padres tomando mates a mirar a los chicos como juegan, y también disfrutar cuando ganan las categorías.
-¿Son cansadores esos días completos de fútbol no?
-La verdad que sí, son muy cansadores. Imagínate que estamos desde las 13 hasta las 22hs. A veces pasamos calor, otras, frío. Pero como a nosotros nos gusta vivir esto, aguantamos todo.
-¿Qué cosas positivas rescatan de los partidos jugados este año?
-Lo positivo es que se volvió a jugar al fútbol, y eso ya es una alegría para todos nosotros.
-¿Cómo está hoy el club y como va el proyecto de la cancha propia?
-El club está muy bien, estamos haciendo muchas cosas, y justamente una de ellas es la cancha. Queremos jugar de local el año que viene y tenemos muchas esperanzas. Ya hicimos varios arreglos: pusimos las luces, ahora estamos con el tema de los baños. Después vamos a seguir con el buffet. Ese día va a ser una gran alegría.
-¿Hay otras disciplinas además de fútbol infantil?
-Si claro. Tenemos Futsal y estamos pensando en agregar otras actividades. Pero primero queremos lograr lo de la cancha, después de ahí sí, vamos a poder proyectar muchas cosas.
-Estar al frente de un club de fútbol no es una tarea fácil. ¿Cuál o cuáles fueron los motivos por el que decidió llegar a la presidencia?
-Yo siempre fui delegado, estuve más de 20 años cumpliendo esa función. El anterior presidente por problemas personales tuvo que renunciar, entonces la comisión directiva me eligió a mí. Y acá estamos, luchando y peleándola. A veces surgen problemas o cosas que hay que resolver y todos vienen y preguntan. Pero en el club hay gente muy buena y hay respeto. Si veo algo raro, tratamos de solucionarlo, siempre de frente y al grano, no me gusta andar por atrás.
-Para usted ¿Qué es ser presidente? ¿Cuáles son los pro y contra?
-Depende como lo tomes. Lo único es que tenés que ser responsable, y siempre sacar todo adelante con respeto. No es fácil, es una tarea complicada, pero la estamos peleando y también estamos aprendiendo. Y siempre pensamos en llevar al club adelante.
-Si le digo los momentos vividos más lindos, ¿Cuál o cuáles se le viene a la mente?
-Se me viene el año 2016 cuando se reanudó el futbol infantil, porque se estuvimos 4 años sin jugar. Ese año salimos campeones de la Copa Amistad y ascendimos a la A. También re-cuerdo el año 2019, ganamos la Copa Lifhur.
–¿Contra que equipo juegan el clásico y por qué?
-El clásico es con Arroyito. Yo estuve 15 años de delegado en ese club, y pasado ese tiempo tomé la decisión de dejar 2 años. Luego vinieron de Los Patitos y me convencieron para arrancar de nuevo.
Recuerdo que cuando nos tocó jugar contra Arroyito hubo mucha rivalidad justamente por mí, y además porque mi hijo se había venido conmigo y varios de los chicos que él dirigía en la categoría 2006 lo siguieron. Entonces ahí quedó como una rivalidad, igual hay muy buena relación.
-Y si tuviera que definir a Los Patitos, ¿Cómo lo haría?
-Los Patitos es un club con mucha pasión, son muy locos por querer ganar todos los partidos: gritan y cantan siempre. Antes de la pandemia, cuando terminaban los partidos decíamos «¿A dónde vamos a comer?», y siempre nos reuníamos en la casa de alguien.