Ante la evidencia de desvíos de mercaderías y donaciones desde la Fundación Felices los Niños al penal de Campana, donde se encuentra preso el cura Julio César Grassi por abuso sexual, el gobernador Daniel Scioli decidió intervenir ese hogar de convivencia y, además, separaron preventivamente al director de la Unidad N° 41 de Campana, Raúl Garnica.
Las primeras pruebas judiciales surgieron este domingo, luego del allanamiento a la casa del cura Grassi y en la Fundación, en Hurlingham, por el presunto traslado ilegal de las donaciones.
Garnica estaba a cargo del penal desde enero de este año, cuando reemplazó a la administración anterior que fue desplazada cuando los presos del penal difundieron en sus páginas de Facebook la tenencia de armas caseras. Luego se secuestró en los pabellones 69 facas y 50 celulares.
Ahotra la investigación del desvío de mercaderías y muebles desde la Fundación Felices los Niños al penal de Campana, está a cargo de la Fiscalía N° 8 de Morón. De acuerdo con las sospechas judiciales, las mercaderías donadas eran trasladas a la Unidad N° 41, donde Grassi dispone de comodidades –entre ellas frigobar, caloventor y TV– no compatibles con otros internos, para negociarlas con personal del Servicio.
Según la denuncia del abogado querellante, Juan Pablo Gallego, “Grassi tiene el amparo del poder provincial”. El sacerdote “compraba” protección con recursos de la Fundación.
Juan Manuel Casolatti, ex defensor oficial del Departamento Judicial de San Martín, es el responsable de la Fundación Felices Los Niños y el responsable de la investigación, luego difundida por Canal 13