El cuerpo de una mujer envuelto en una sábana, asesinada a puñaladas, fue hallado por un barrendero el lunes pasado. Se trata de Victoria Russo, de 37 años, vecina de Ituzaingó.
En la mañana del lunes 7 de julio, un barrendero tuvo la desagradable sorpresa de encontrarse con el cuerpo de una joven envuelta en una sábana flotando en el arroyo Soto.
La mujer fue identificada como Victoria Isabel Russo, de 37 años, quien presentaba heridas punzantes en el cuello, la espalda y el tórax.
La fiscal que interviene en la causa, envió las huellas digitales de la mujer apuñalada a distintas bases de datos. Victoria Russo vivía en Ituzaingó y no tenía antecedentes pero sus huellas habían quedado registradas cuando tramitó su nuevo DNI.
El macabro hallazgo se produjo en las cercanías del arroyo Soto a la altura de la calle Gibraltar, el barrendero dio rápido aviso de lo sucedido a la comisaría 4ª de Hurlingham, que de inmediato acudió al lugar del hecho con dos patrulleros y bomberos de Hurlingham.
La fiscal de Morón, Adriana Suárez Corripio, informó que el horario estimado de la muerte fue entre las 6 y las 7 de la mañana del lunes; un par de horas después el cuerpo aparecía en el arroyo Soto. Los peritos que se hicieron presentes en el lugar hallaron un cuchillo, entre la sábana y el cuerpo de la mujer, que sería el arma homicida. «Es un cuchillo de combate tipo Rambo, con un filo liso y otro aserrado», describió un investigador.
Victoria Russo tenía puesto un corpiño y una bombacha rota colocada en una sola de sus piernas, por lo que se sospecha que podría haber sido violada antes de morir.
Los investigadores sospechan que la mujer fue asesinada en otro lugar y que en el arroyo arrojaron su cuerpo ya sin vida.
La madre de la víctima reconoció el cuerpo de Victoria Isabel Russo, quien tenía cuatro hijos y vivía con el menor de ellos en el barrio Las Cabañas, en el límite de Ituzaingó con Hurlingham.
Según las fuentes judiciales, Russo solía ausentarse de su domicilio durante los fines de semana cuando su hija menor se iba con su padre, por lo que sus familiares no hicieron una denuncia por averiguación de paradero ante la Policía cuando no regresó a su domicilio.
Los pesquisas determinaron que la mujer había sido visto con vida por última vez el viernes por la noche y que el sábado se comunicó telefónicamente con su madre, que reside en una vivienda lindera, tras lo cual, se retiró de su casa por sus propios medios y, al parecer, lo hizo a pie ya que no tenía vehículos y nadie la pasó a buscar en uno, dijeron los informantes. “La mujer no tenía teléfono celular ni tarjeta SUBE”, explicó a la agencia informativa Télam una fuente con acceso al expediente.
Esta fuente señaló que los elementos reunidos hasta el momento indican que Russo no regresó a su casa en todo el fin de semana y que fue asesinada en la mañana del lunes, un par de horas antes de ser hallado su cuerpo.