Recordamos a Francisco Molina Cárdenas, que falleció el año pasado, el 23 de noviembre a los 91 años.
Molina Cárdenas fue creador de periódicos emblemáticos en los años 70, como «Realidad» y «Meridiano». Militante justicialista, en Hurlingham fundó la agrupación «Bases Peronistas». Se inició en diarios y revistas partidarias como «El Laborista», «Democracia» y «El Líder».
«De pibe, cuando tenía 13, 14 años trabajaba en el puerto cargando bolsas de carbón y cajones de pollo, y me gustaba escribir poesías, cuentos, y un amigo me llevó a trabajar al diario El Laborista, en Capital, y ahí empecé en el periodismo».
Así relató Francisco Molina Cárdenas, sus inicios en el periodismo y también en la militancia política. Su camino luego siguió por los diarios «La Razón», la revista «Ocurrió» y en la revista «Ahora». Luego en el diario «Democracia» y también en «El Líder». Todos medios de orientación justicialista. Ya en los tiempos de la resistencia, luego del golpe del ’55, colaboró con la revista «Mayoría» de los hermanos Jacovella.
Vecino del barrio Santa Clara, (vivía en Dante y Alsina), Molina Cárdenas fue el responsable de prensa de quien en 1973 fue intendente de Morón, Eubaldo Merino, vecino de Villa Tesei.
En esos años creó el periódico «El Informativo de Morón» y después fundó desde Hurlingham los periódicos «Meridiano», -que fue clausurado- y más tarde «Realidad», un medio con tanta repercusión como problemas con los militares que habían tomado el poder en 1976. Molina Cárdenas tuvo que irse de Hurlingham y «guardarse» en la casa de unos amigos en La Plata.
Además de su labor en prensa, Francisco tuvo una activa vida política. «Siempre mantuve la llama sagrada de la militancia, por todos los años de vivencias en el Justicialismo, armé en Hurlingham una agrupación Bases Peronistas, donde militaban un gran grupo de muchachas y muchachos, como Silvia Caprara, los hermanos (Carlos y Rubén) Zaidán, el flaco Néstor Bello, también Esther Barrionuevo» recordó .
Los últimos años de su vida los pasó en José C. Paz, allí en 2000 se hizo cargo de la Biblioteca Municipal, que él mismo creó y de la que fue director durante casi 15 años.
Publicado en “EL CLÁSICO” N° 1.