Julio Lagos es una de las figuras más destacadas en la historia de los medios de comunicación en la Argentina, aunque se lo identifica más claramente con la radio por su exitosa trayectoria en las emisoras más importantes del país.
Lagos fue vecino de Hurlingham, periodista de las revistas El Gráfico y Gente, figura de Canal 13 y creador de programas emblemáticos de la radiodifusión argentina como Charlando las noticias (Radio Belgrano, 1971/ Radio Continental); El programa es usted (Radio Continental, 1975/ Radio Belgrano, hasta 1978); Cada día (Radio Mitre, 1979) y La mañana de Julio Lagos (Radio El Mundo, 1980).
Fue pionero en la incorporación de nuevas tecnologías en la radio. En 1997 emitió su programa “La mañana de Julio Lagos” de FM Aspen por internet, fue el primero en hacerlo. También fue el primero en inaugurar la vinculación por e-mail con los oyentes, que se sumó a la tradicional comunicación de los llamados telefónicos.
Otra innovación: En 1999, también en FM Aspen, puso la web cam en el estudio.
En ocasión de celebrarse un nuevo aniversario de la radiodifusión en la Argentina (creada el 27 de agosto de 1920), Julio Lagos fue entrevistado en el programa “MUNDO HURLINGUERO” que se emite por RADIO UNAHUR con la conducción de Rody Rodríguez, Pablo Cigliutti, Maru Pampín y Gabriela Chamorro.
Julio Lagos recordó sus tiempos de vecino de Hurlingham: “Vivía cerca de la plaza, en Isabel la Católica y Riccheri, a dos cuadras de la Estación…” teniendo muy presente la geografía de la ciudad, “puedo rebuscármela como remisero en Hurlingham” bromea.
Al referirse a la radio, a su historia y su presente, Lagos señala: “a mí me encanta usar la palabra caravana, con ese aire circense, todos somos parte de esta caravana, Susini (uno de los creadores de la radio), vos, los que están estudiando ciencia de la comunicación y todos los que han pasado a lo largo de estos 103 años, ¿mira vos cuantas ideas, cuantos sueños, cuantos fracasos se han sucedido en este más de siglo no?”.
Lagos es autor de varios libros, entre ellos “Corazón de Radio” editado por Corregidor en el 2010, Lagos apunta que “en ese libro yo digo varias veces ‘aquí y allá la política ha intoxicado las programaciones’, en otro lado digo ‘es necesario reiterar que si las metas de la radio no son el arte, naufragan’ porque todo se ha convertido en algo monocorde a favor de un gobierno o en contra, que para el caso es lo mismo porque el público se da cuenta y huye. Yo creo que la política está enferma y ha enfermado a la radio y es un cáncer que ha ahuyentado a los artistas de la radio, y en definitiva ha provocado una válvula de escape que son los podcast… vos querés hacer un programa hablando de filatelia o de energía nuclear o de jardinería, no tenés espacio en las radios, tenés que ir al podcast. Bienvenido sea, pero el podcast es una consecuencia pero no es la radio, porque la materia prima de la radio para mi es el tiempo, el tiempo teatral, el del ahora, de este momento, si yo te digo que estoy en la esquina de Arenales y Alvear y que aquí hay solcito y estoy tomando un cafecito y a lo mejor escuchas el ruido de un auto que pasa… bueno, esto con el podcast es imposible, no está mal el podcast pero lo que está mal definitivamente es que no tengamos más radio”.
Su opinión sobre los podcast no invalida el reconocimiento que él hace sobre los avances tecnológicos y la importancia que tiene para la radio. Todo lo contrario. Es un pionero esa materia. De hecho fue el primero en emitir un programa de radio por internet: “La mañana de Julio Lagos” de FM Aspen.
“Si, eso fue el martes 13 de mayo de 1997 y dos años después pusimos la webcam… primero transmitimos por internet, pero yo no tenía la menor idea de lo que era internet, a mí me habían invitado unos muchachos de una empresa que se llamaba Startel -que era la vinculación de Telefónica y Telecom-, ellos fueron los que hicieron punta en Argentina con internet, entonces me invitaron… Yo me levantaba 3.30 de la mañana para a las 6 decir ‘Hola, buen día’, vivía con sueño Rody, y tener una reunión en el centro de Buenos Aires a las 10 de la mañana era realmente un pelotazo en contra, entonces no fui, como un guarango no fui. Estos muchachos pasaron por alto esa falta de educación mía, me volvieron a invitar entonces yo dije ‘bueno si, ahora tengo que ir’… fui y habían preparado café, masitas secas, todo muy agradable, y una pantalla, una pantalla perlada de aquellas que se usaban antes y yo pensé: ‘pasarán unas diapositivas’ y los vi nerviosos, porque después me entere que no entraba la señal … bueno, al segundo café y a la cuarta masita yo dije ‘esto es un plomo’ y se encendió una luz y apareció la Casa Blanca y apareció el presidente, que en ese momento era Clinton, y una sucesión de imágenes familiares, apareció el perro de Clinton, y definitivamente yo estaba en el momento en que tomaba la mochila y decía ‘muchachos gracias’ y cuando me estaba por ir vi un gato en la pantalla, el gato de Clinton y escuché ‘miau’, dejé la mochila, los mire y les dije ‘che, ¿cómo es que llama esto? ¿internet? ¿y tiene sonido?’ y en el acto pensé: Si tiene sonido es radio, a partir de ahí hice un curso acelerado, aprendí donde había que apretar”
Así fue como Julio Lagos se apropió de una herramienta vital para llegar a más oyentes en distintos lugares del mundo, “porque la Argentina siempre exporta gente, siempre exportamos oyentes, la diáspora no es de ahora, siempre, desde Juan Bautista Alberdi en adelante, siempre, entonces había otra provincia Argentina fuera de la Argentina, y el que se va siempre está siempre atento a las novedades, y como se mudaban a países más desarrollados tenían más ancho de banda, mejores aparatos. Consecuencia: desde el primer momento habilitamos el chat y apareció otra audiencia, una audiencia accesoria (…) internet fue la alfombra mágica que nos permitió llegar a todas partes y en todo momento. Pero los que estaban más cerca, la productora periodística, la productora comercial me decía ‘déjate de hacer eso que es para una elite de 40 mil personas’. Vos mira la visión que tuvo. Dos años después, pusimos la primera webcam en un estudio de radio, y entonces nos dijeron lo que habitualmente se dice: ‘eso mata la fantasía, eso enfría la relación’”.
Y cuando se le pregunta ¿si eso no es cierto, si la imagen no terminó con la famosa ‘magia de la radio’?, Lagos reflexiona: “no nos hagamos lío con las palabras. Dejemos por un momento la palabra radio. Yo te pongo delante de una pantalla donde ves una imagen chiquita en blanco y negro y sin sonido, está Buster Keaton corriendo arriba del techo de un tren, eso se llamaba cine, y ahora en la mejor sala donde tanto la imagen en colores como el sonido te envuelven y te digo a vos -que venís de la época de Buster Keaton-, que esto se llama igual que aquello. Vos decís ‘no, no es lo mismo’. Decile a un chico de 15 años que los diarios son de papel, entonces no hay que tener miedo… lo único permanente es el cambio. Si vos mañana me decís que la radio va a venir en gota de rocío, bueno venga, vamos con la gota de rocío, yo lo que quiero es comunicar, porque lo que quiero es tener cada vez más oyentes y le quiero ganar a todos, a la radio de la Universidad de Hurlingham, a Clarín, a Cadena 3, a la BBC, a todos, y si yo puedo disponer de un elemento más que me permita seducir al que llego, al oyente, que es mi único patrón, mejor”.
Para Julio Lagos es esencial comunicar, siempre lo fue, con la herramienta que sea y trae el recuerdo de otros modos de comunicación como la publicidad aérea con humo que fue furor en la década del 50 promocionando la yerba Safac o la revista Alumni que se vendía “muy muy barata en las canchas de futbol los domingos, porque había una época, aunque parezca mentira, que el futbol se jugaba solamente los domingos” , y en esa revista se publicaba una clave con una letra para cada equipo y en la cancha había un tablero en el que se registraban los resultados a medida que se producían las novedades (informadas por teléfono).y ese modo de comunicar “duro años hasta que llegó la radio a transistores”.
“Una y otra cosa son comunicación, entonces yo no me voy a poner a defender el tablero del Alumni ahora que tengo la información en el teléfono, pero hay que sumar y el reemplazo es natural. No es que murió el papel, murió la radio AM, nada muere, todo se transforma”.
Julio Lagos también fue también un innovador en televisión. En los años ’70 inició el ciclo ‘Trasnoche’ cuando nadie imaginaba que hubiera púbico dispuesto a ver televisión de madrugada y condujo ‘Cine sin cortes’ por Canal 7, cuando era impensado pasar una película completa sin cortes publicitarios. Y Julio se divierte apuntando que “después de cine sin cortes, sin publicidad, vino la contradicción. Porque hicimos el programa de los avisos que debo decir, siempre lo digo, fue una idea de Juan Gujis”, haciendo referencia al exitoso cico “El show del Clío”.
Y hablando de innovaciones, Lagos se enorgullece de haber tenido “la suerte de trabajar al lado de Cacho Fontana cuando en 1979 se hizo la primera transmisión ida y vuelta de imagen y sonido, en un homenaje a San Martin. A mí me toco ir a Ushuaia, entonces aparecía yo vestido de esquimal en vivo y en directo, y me veían y hablábamos con Cacho, eso fue un paso adelante, aquella fue la primera vez y aquello lo hizo Cacho Fontana”.
No fue la única vez que Cacho Fontana aparece en la historia profesional de Julio Lagos. En 1965 fue autor de un reportaje al locutor en el número 1 de la revista Gente. “Fui parte del equipo fundador de la reviste Gente, e hice la primera historia de tapa, ‘cover story’ como le decían los muchachos, un reportaje de 8 páginas a Cacho”.
Para Julio Lagos, la radio, junto al ferrocarril y el avión fueron fueron y son los grandes factores de civilización de progreso y cultura en nuestro país y lo así lo explica: “Argentina es un país de enorme distancias, y nuestro entorno geográfico que es el que modifica la cultura de los pueblos, nosotros no somos Bélgica, caben 10 Bélgicas en la Argentina, entonces cuando a vos te dicen que en Bélgica desapareció la AM, y bueno pero es tan chico el territorio que con dos FM enlazadas por una antena es suficiente. Nosotros somos un `país grande, más aun, somos un gran país” y afirma: “En Argentina históricamente hemos tenido, para mí, tres elementos fundamentales de integración, de hacer que quedara cerca aquello que está lejos: la radio, el ferrocarril y también el avión”.