Por Augusto Erbín ||
La noche del sábado pasado se combinaron los astros para pasarla bien: un agradable clima casi primaveral, sumado a una velada en un lugar inmejorable como El Club Retiro y una recepción con una variedad de vinos de diversas bodegas y destacados restaurantes del distrito.
La segunda edición de la Expo Vino de Hurlingham fue lo que sus anfitriones anunciaban en la previa, y lo que buscaban para esta nueva jornada. Miguel Sosa del restaurante La Casona del Club Retiro y Facundo Santana de la vinoteca Hurling Wines encontraron la combinación justa para lograr una velada que es de asistencia “obligatoria” para esta época del año. Y es que Expo Vino, como marca se estableció definitivamente como una exposición gourmet con identidad propia por buscar sus raíces en el distrito.
Las más de 100 etiquetas expuestas en la noche marcaron un crecimiento con respecto a la edición anterior, además de lograr juntar bodegas de diferentes lugares de nuestro país como La Pampa, Salta, Neuquén y Río Negro, por ejemplo. Lo interesante para los comensales fue el poder hacer una importante degustación de bodegas más pequeñas o de marcas no tan populares, para poder encontrar matices distintivos en etiquetas que merecen su espacio en este tipo de eventos. El objetivo de dar a conocer estas marcas y bodegas fue acertado, porque el comensal estaba dispuesto a querer saber más de cada una de ellas. Personalmente me llevé una gran experiencia de la bodega Aniello con destacados Pinot, blanco y negro.
La degustación de vinos es la marca de le expo, pero una parte importante de la noche se la llevó la “dry aged meat” o carne madurada en seco, una de las últimas tendencias de restaurantes top del mundo y una de las aventuras que lleva adelante Miguel Sosa. Se trata de diferentes cortes de carne vacuna estacionadas en una cámara refrigerada a una temperatura y humedad determinada que logra una concentración de sabor, además de una carne suave y tierna. Los sanguchitos de carne madurada en seco “volaban rápidamente”, y la cola para pedir uno se hacía extensa. Realmente uno de los éxitos de la velada.
Vale la pena destacar también el choripán ´petit´ de La Candelaria que podía acompañarse de un potente chimichurri, los exquisitos fiambres artesanales de El Nogal, las propuestas de quesos del Bar San Martín y su también destacado jamón de cerdo, las delicias de chocolate de Le Gule y los aromas que proponía el Jardín de Té.